Las empresas valoran cada vez más otras formas de postular a los empleos que ofrecen además del clásico currículum. Las cartas de presentación son una de ellas. No desaproveches la oportunidad de diferenciarte escribiendo una. Eso sí, si lo haces, hazlo bien, no cometas ninguno de los errores que te citamos a continuación.
ERROR 1: ‘’Centrarse demasiado en ti mismo’’
Sí, sabemos que estás pensando "es una carta de presentación, no voy a hablar del vecino...", y estás en lo cierto, del vecino no tienes que hablar, pero sí de la empresa que pretendes que te contrate. Por ejemplo, di por qué te gustaría trabajar con ellos.
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Cuidado con lo de hablar de la empresa que esperas que te contrate: no hagas la pelota y recuerda que "lo poco agrada y lo mucho cansa". En la empresa ya saben que son maravillosos, pero preferirán saber por qué lo piensas a que les repitan que lo son.
Puede ser que algo de lo que hicieras anteriormente no guste en esta empresa. Limítate a decir por dónde has pasado, qué funciones tenías y, si procede, alguno de tus logros allí, pero evita ser demasiado específico. No te cierres puertas antes de tiempo.
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ERROR 4: ‘’Escribir sobre situaciones difíciles y negativas’’¿Te peleaste con un jefe y saliste airoso porque llevabas razón? Bien por ti, seguro que en aquella empresa quedaste como el héroe de la oficina, pero a la empresa que va a leer tu carta no le interesa los conflictos y mejor que no piensen que les vas a dar problemas.
ERROR 5: ‘’Hacer un remix de tu Currículum’’
Un vaso es un vaso y un plato es un plato, ya lo dijo Mariano Rajoy, y con el currículum y la carta de presentación pasa exactamente lo mismo: un currículum es un currículum y una carta de presentación es una carta de presentación. Cada cual tiene su función, así que no copies.
ERROR 6: ‘’Plagarla de frases convencionales’’
Evita los típicos "me gustaría solicitarles una oportunidad", "considero que soy el candidato idóneo para el puesto", etc. El número de frases de este tipo que pongas es proporcional a las pocas ganas que tendrán de contratarte al leerlas. Evítalas, sé formal, pero auténtico.
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Esto es algo que ni siquiera deberíamos recordar, pero por si acaso eres despistado: recuerda revisar tu carta de presentación antes de enviarla. Los ojos son el espejo del alma y las faltas de ortografía el de tu formación. Ten cuidado y envía una carta impecable.
¡A elaborar tu carta de presentación!
Fuente: Forbes.