Actualmente los cambios en todos los tipos de entornos (competitivo, tecnológico, económico y social) llevaron al surgimiento de nuevos conceptos y técnicas para administrar las organizaciones. A esas innovaciones en la teoría y práctica se les llama nuevos paradigmas de administración.
Los paradigmas son modelos o patrones que definen una época o contexto.
A continuación se examinan algunos cambios en los paradigmas modernos:
CAMBIOS EN EL PAPEL DE LOS GERENTES.
Para lograr una mayor eficiencia en la utilización de sus recursos y reducir costos, las organizaciones atenuaron las jerarquías, simplificaron sus procesos de trabajo, promovieron el aumento de la productividad y disminuyeron sus plantillas de jefes, al transferir los poderes de decisión a los funcionarios operativos (facultamiento).
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COMPETITIVIDAD.
A principios del siglo XX, la palabra clave era eficiencia. A principios del siglo XXI, la palabra clave es competitividad. La expansión de las empresas multinacionales, la facilidad de transporte, la eliminación de las restricciones aduaneras y tributarias y la formación de bloques económicos, como el TLCAN, la Unión Europea y el Mercosur, crearon un mercado competitivo a escala mundial.
INTERDEPENDENCIA.
Al mismo tiempo que incentivó la competitividad entre empresas, la economía globalizada volvió interdependientes a los países y a las economías nacionales. Así, los problemas económicos de un país con una economía frágil provocan ya un efecto sistémico que afecta a numerosas naciones. La sociedad global creó necesidades de administración global.
ADMINISTRACIÓN INFORMATIZADA.
La tecnología de la información comenzó a presentarse en todos los procesos administrativos y productivos. Los ejércitos de contadores, auxiliares de oficina y operarios del pasado fueron sustituidos por computadoras. Algunas funciones de control, que los gerentes tenían que realizar personalmente, también fueron absorbidas por las computadoras.
ADMINISTRACIÓN EMPRENDEDORA.
La pérdida de las perspectivas de un empleo duradero y de una carrera en las grandes organizaciones motivó a muchas personas a intentar ser su propio jefe. Por ello, la administración emprendedora (que completa la tradicional administración formadora de empleados) se convirtió en una tendencia social importante. Al mismo tiempo, las grandes empresas intentan estimular el espíritu de los emprendedores internos, capaces de descubrir e implantar nuevos negocios.
ENFOQUE EN EL CLIENTE.
A principios del siglo XX, el administrador no necesitaba preocuparse tanto por el cliente como lo hace su colega de 100 años después. El consumismo surgió en la década de 1960, a partir de la necesidad de evitar los riesgos para la vida causados por productos (en especial el automóvil). Pronto se transformó en una doctrina de conducta de las sociedades en relación con sus proveedores de productos y servicios. Esa conducta está amparada por la legislación que existe en muchos países para proteger al consumidor.
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MEDIO AMBIENTE.
A medida que se agravaron los problemas provocados por los daños al medio ambiente, afectando la salud y el bienestar de las personas, la sociedad comenzó a reaccionar. Una importante consecuencia, que marcó la década de 1960, fue la legislación que limitaba la libertad de decisión y acción de las empresas. El administrador moderno debe tomar innumerables decisiones considerando esas leyes, como la ubicación de empresas, construcción, proyectos y embalaje de productos.
CALIDAD DE VIDA.
Cuestiones que en el pasado hubieran sido irrelevantes, muchas de ellas relacionadas con la administración de recursos humanos, tomaron una dimensión considerable para las empresas de la actualidad. La salud y la educación del empleado y de su familia, los beneficios, la participación en los resultados de la compañía y el estrés del ejecutivo, entre otros, son asuntos que forman parte de la agenda del administrador moderno.
SURGIMIENTO DEL TERCER SECTOR.
Con el aumento de los problemas sociales y la incompetencia del Estado para resolverlos, la sociedad empezó a organizarse para cuidar de sí misma. Se consolidaron las organizaciones no gubernamentales (ONG), que se han convertido en socias de las empresas en programas de asistencia social, protección del ambiente y defensa de intereses específicos. Las ONG, que constituyen el tercer sector, representan a agentes económicos expresivos y es necesario que se les administre con eficiencia. La administración del tercer sector se convierte así en una disciplina con vida propia.
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Resumen de los principales cambios de paradigmas que ocurren en la transición hacia el tercer milenio:
Tradicional: Revolución Industrial: sustitución y potencialización del trabajo humano por máquinas.
Moderno: La revolución digital: sustitución y potencialización de las funciones humanas de decisión, comunicación e información por computadoras.
Tradicional: Clase operaria numerosa, en conflicto con una clase de patrones y gerentes.
Moderno: Trabajadores de servicios y del conocimiento y profesionales liberales más numerosos que los operarios clásicos.
Tradicional: Trabajador especializado: operador de máquinas calificado sólo para realizar una tarea.
Moderno: Grupos de trabajadores autodirigidos y polivalentes, con educación de nivel superior.
Tradicional: Empleo y carrera estables.
Moderno: Desempleo, empleabilidad, outsourcing, economía informal, capacidad empresarial.
Tradicional: Grandes estructuras organizacionales.
Moderno: Estructuras organizacionales esbeltas.
Tradicional: Énfasis en la eficiencia.
Moderno: Énfasis en la competitividad.
Tradicional: Interés de la empresa y del accionista.
Moderno: Ética y responsabilidad social, ciudadanía empresarial.