La disciplina que intenta entender la manera en que funcionan los sistemas es la teoría general de los sistemas, desarrollada por el científico alemán Ludwig von Bertalanffy.


En la década de 1930, observó que la ciencia se había acostumbrado a tratar en forma compartida muchos problemas que exigían un enfoque más amplio u holístico. Cuando un físico hacía un modelo del sistema solar o de un átomo, asumía la premisa de que todas las masas, partículas y fuerzas que afectaban el sistema estaban incluidas en el modelo, como si el resto del Universo no existiera.

Esa premisa permite calcular y prever con precisión el comportamiento del sistema, porque se conoce toda la información necesaria. Como biólogo, Bertalanffy sabía que esa premisa no es válida para lo que él llamaba sistemas abiertos, que no sobreviven sin hacer intercambios de energía con su ambiente.
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Así pues, formuló las dos ideas básicas de su teoría general de los sistemas: interdependencia de las partes y tratamiento complejo de la realidad compleja.

I. Interdependencia de las partes

Para comprender, es preciso analizar no sólo los elementos, sino también sus interrelaciones: la interrelación de las enzimas en la célula, de muchos procesos mentales conscientes e inconscientes, la estructura y la dinámica de los sistemas sociales. Eso exige la exploración de muchos sistemas en el universo que giran a nuestro alrededor, con todas sus particularidades. Además, es evidente que hay aspectos generales, correspondencias e isomorfismos comunes a los sistemas interdependencia de las partes y tratamiento complejo de la realidad compleja
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II. Tratamiento complejo de la realidad compleja

La segunda idea importante de la teoría general de los sistemas es una variante de la primera. De acuerdo con Bertalanffy, esa idea es la necesidad de aplicar varios enfoques para entender y lidiar con una realidad que se vuelve cada vez más compleja:

La tecnología y la sociedad hoy en día se han vuelto tan complejas que las soluciones tradicionales ya no son suficientes. Es necesario utilizar enfoques de naturaleza holística o sistémica, generalistas o interdisciplinarios.

A esa parte de la teoría Bertalanffy le dio el nombre de tecnología de sistemas, designando así las técnicas desarrolladas para lidiar con la complejidad. Según la teoría general de los sistemas, los límites de un sistema no dependen de él, sino del observador. Las fronteras entre los sistemas, o entre ellos y su ambiente, son arbitrarias. Los sistemas deben definirse en términos de la percepción y las distinciones trazadas por los observadores. Son estructuras elaboradas, entidades construidas cognitivamente por las personas.
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