La Evaluación del Desempeño resulta útil para validar y redefinir las actividades de la empresa y para brindar información a los empleados que deseen mejorar su futuro rendimiento. El autocontrol es aquella capacidad que puede poseer un ser humano de ejercer dominio sobre sí mismo, es decir, de poder controlarse, tanto en sus pensamientos como en su actuar.

Como sucede con todos los demás principios de la administración, todo depende del factor humano es decir de las personas, es por ello que es necesario estudiar estos dos puntos la Evaluación de Desempeño y el Autocontrol.

EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO

Una de las finalidades más importantes del proceso de control es dar retroalimentación a los integrantes del equipo del gerente. Ésta informa a las personas cuál es su desempeño, para reforzarlo (retroalimentación positiva) o inhibirlo (retroalimentación negativa).

Rapidez

Para ser eficaz, la retroalimentación debe ser rápida. El intervalo entre la observación del desempeño y la aplicación del refuerzo o corrección debe ser el menor posible. Un comportamiento que se evalúa mucho tiempo después de que ha ocurrido seguramente se habrá olvidado y entonces el refuerzo o corrección será ineficaz.

Describir en lugar de juzgar

La manera en que el evaluador comunica sus observaciones al evaluado ejerce un papel importante en la eficacia de la retroalimentación. Para hacerlo de modo más eficaz y completo, sobre todo en las situaciones que buscan corregir un comportamiento indeseable, es mejor cambiar el hecho de juzgar por la descripción. En lugar de juzgar los actos o motivos del evaluado, el evaluador describe las expectativas u objetivos, y el desempeño que debe tenerse para cumplir con los dos.

Administración de recompensas

El buen desempeño se incentiva por medio de recompensas. Éstas son más eficaces que los castigos, los cuales suprimen temporalmente los comportamientos indeseables, pero no los eliminan en forma definitiva. Una pregunta importante en la aplicación de recompensas consiste en decidir su frecuencia. Los principios del conductismo defienden el patrón intermitente de la recompensa después de haber establecido el comportamiento deseado. De esta forma, las recompensas preservan su eficacia.

AUTOCONTROL

El sistema de control que es totalmente compatible con las prácticas modernas de gestión de personas es el autocontrol. La disciplina interior es el mejor sustituto para la obediencia dictada por los controles. Son tantas las ventajas del autocontrol que muchas organizaciones recurren a él en lugar de los sistemas formales.

Importancia del autocontrol

Se ha comprobado que las personas que poseen elevado autocontrol suelen ser personas con mayor éxito. Esta relación podría deberse a la influencia de las emociones sobre el proceso de toma de decisiones, que en definitiva son las que guía nuestros comportamientos e impulsos, y por tanto nuestras vidas.

El autocontrol, por tanto, es una habilidad compleja, y que requiere de la presencia de otras habilidades previas para poder desarrollarse. Más concretamente, antes de poder desarrollar nuestro autocontrol de comportamientos e impulsos, necesitamos: Aprender a identificar nuestras emociones, a comprenderlas, para así después poder controlarlas y regularlas, y con ello, regular nuestro comportamiento. Esto te permitirá ser dueño de tus decisiones, conductas e impulsos, dueño de poder decidir cómo, donde y cuándo los canalizas. Además, debemos aprender a hacer esto bajo el estrés generado por estas emociones y pensamientos negativos, lo cual lo hace mucho más complicado.

Por ejemplo, en numerosas industrias, el inspector de calidad fue sustituido por el autocontrol de la calidad. El autocontrol es una de las herramientas de autogestión. Como todas las demás herramientas, depende del compromiso y la disciplina interior. Crear una cultura orientada al compromiso y la disciplina interior es uno de los principales desafíos del administrador moderno.