El liderazgo no es sólo un atributo de la persona, sino también un proceso social complejo en el que interactúan cuatro variables o componentes:

1) las motivaciones de los seguidores,
2) la tarea o misión,
3) el líder y
4) la situación o contexto dentro del cual ocurre la relación entre el líder y los seguidores. 

Examinemos cada uno de estos componentes.

MOTIVACIÓN DE LOS SEGUIDORES

El líder y sus seguidores mantienen una relación de influencia recíproca. Los líderes son colaboradores de quien ejerce el liderazgo y viceversa. Sin seguidores no hay líderes. El liderazgo está legitimado por la atención a las expectativas del grupo de seguidores.

Hay dos tipos de seguidores: los “fieles”, que siguen al líder por la ideología, y los “mercenarios”, que actúan motivados por el interés. En ambos casos, el líder y los seguidores tienen una relación de dependencia mutua. Los mercenarios exigen recompensas materiales, como el pago, y los fieles imponen obligaciones.

TAREA O MISIÓN

Lo que vincula al líder con sus seguidores es una tarea o misión. Sin misión no hay liderazgo; sólo influencia o popularidad. La misión debe estar a tono con las motivaciones de los seguidores. Hay dos tipos de misión, que corresponden a los dos tipos de seguidores: moral (seguidor fiel) y calculadora (seguidor mercenario).

• La misión de contenido moral (o emocional) ofrece un desafío a los seguidores. Los líderes que desean enfatizar el contenido moral de su tarea en cualquier contexto usan palabras como: misión, visión, compromiso y comprometimiento. La recompensa que el seguidor recibe no es nada más la realización de la misión (o tentativa de realizarla). Los seguidores que ejemplifican este tipo de comportamiento son adeptos de sectas y personas que se dedican a actividades en las que encuentran recompensas psicológicas intrínsecas. Al líder que usa el desafío o misión moral como base de su relación con los seguidores se le llama transformador o carismático.

• La misión de contenido calculador ofrece una recompensa (psicológica o material) a los seguidores. Al líder que trabaja con una misión calculadora se le llama transaccional. En este liderazgo no hay una atracción emocional, sino relaciones de intercambio. El líder establece metas y ofrece incentivos para realizarlas. Las personas que trabajan en un régimen jornalero y los prestadores de servicios bajo pedido ejemplifican este tipo de contrato, que se rige por una relación de compra-venta.


EL LÍDER

A muchas personas se les coloca en posiciones de liderazgo, donde es necesario que dirijan los esfuerzos de otros para realizar objetivos: entrenadores de equipos deportivos, profesores, sacerdotes, dirigentes de sindicatos y todos los tipos de gerentes. Todas esas personas tienen metas por realizar con la colaboración de grupos.

• Una de las formas de estudiar el liderazgo se centra en los rasgos de personalidad de los líderes. Algunos de los más característicos son:

(a) determinación,
(b) iniciativa en las relaciones personales,
(c) voluntad de liderar y 
(d) autoconfianza.

Sin embargo, hay personas que tienen estos mismos rasgos de personalidad y no son ni se convierten, necesariamente, en líderes.

• Otra forma de estudiar el liderazgo analiza las motivaciones de los líderes, aisladas de otros rasgos de personalidad. David McClelland fue quien identificó la necesidad de poder (o interés en perseguir, ocupar y ejercer posiciones de poder). Según este autor, la necesidad de poder tiene dos manifestaciones principales. En la primera, la persona busca satisfacción por medio de la influencia sobre el comportamiento ajeno; quien tiene esa motivación intenta ser dominante y puede evocar la lealtad y la inspiración de sus seguidores. En la segunda, la persona pone énfasis en el poder social o institucional y busca la satisfacción de metas colectivas. Los líderes de este tipo no buscan la sumisión ajena, sino la movilización de esfuerzos ajenos encaminados a realizar la misión del grupo. 

• Otra línea de investigación se enfoca en el liderazgo como una habilidad que es posible desarrollar. Uno de los autores más conocidos de esa línea es Henry Mintzberg, quien percibe al liderazgo no como una habilidad singular, sino como un conjunto de habilidades. Una de las principales es la comunicación, la cual es la base del liderazgo, dado que el requisito indispensable para un líder es la capacidad de transmitir su mensaje de modo que logre persuadir, inspirar o motivar a sus seguidores.

SITUACIÓN

La situación está representada por el medio organizacional y social en el que ocurre el proceso de liderazgo. El medio influye en el comportamiento de los líderes y define el modelo de liderazgo a seguir. Ser líder en una organización militar, en la que la jerarquía se sigue de manera estricta, es muy diferente a ser líder de un grupo de estudios en la escuela.

El papel de los líderes en los umbrales del tercer milenio es muy distinto al de los inicios de la Revolución Industrial. Entre una empresa japonesa y una alemana, y entre éstas y una empresa latinoamericana, existen notables diferencias culturales que definen cuál es el comportamiento apropiado en las relaciones entre los líderes y sus seguidores. Todo administrador debe entender a profundidad la situación del liderazgo, sobre todo en sus aspectos culturales.