Una característica atractiva del flujo de efectivo es la simplicidad. Los flujos de efectivo son fáciles de comprender y el cálculo es directo. También hay algo tangible y seguro acerca de los flujos de efectivo. Son algo real, no una creación de los métodos contables. Pero por desgracia, cuando se trata de medir la capacidad de generar efectivo de una compañía, los flujos de efectivo tienen una utilización limitada.
La mayoría de las operaciones de negocios son a crédito. Además, las compañías invierten miles de millones de dólares en inventarios y activos a largo plazo, cuyo beneficio se produce a lo largo de muchos periodos futuros. En estos escenarios, la contabilidad de flujos de efectivo (no importa lo confiable que sea), no proporciona una perspectiva relevante de la condición y el desempeño financieros de una compañía.
La intención de la contabilidad según el principio de acumulación es informar a los usuarios acerca de las consecuencias de las actividades comerciales para los futuros flujos de efectivo de una empresa tan pronto como sea posible, con un nivel razonable de certidumbre. Lo anterior se logra reconociendo los ingresos ganados y los gastos en los que se ha incurrido, sin tomar en cuenta si los flujos de efectivo ocurren o no contemporáneamente. Esta separación entre los flujos de efectivo y el reconocimiento de ingreso y gasto se facilita con los ajustes de acumulación, que ajustan los flujos de entrada de efectivo y los flujos de salida de efectivo para producir ingresos y gastos.
Los ajustes de acumulación se registran después de hacer suposiciones y estimados razonables. Sin sacrificar realmente la confiabilidad de la información contable. Por consiguiente, el criterio es una parte clave de la contabilidad según el principio de acumulación, y existen reglas y mecanismos institucionales para asegurar la confiabilidad.
1) Contabilidad base acumulativa y flujos de efectivo
Para explorar la relación entre contabilidad base acumulativa y flujos de efectivo para la empresa, es importante reconocer los tipos alternativos de flujos de efectivo.
a) El flujo de efectivo de las operaciones se refiere al efectivo proveniente de las continuas actividades de operación de una compañía.
b) El flujo libre de efectivo de la empresa refleja los efectos adicionales de inversiones y desinversiones en los activos de la operación.
El atractivo del flujo libre de efectivo para el concepto de la empresa es que representa un efectivo que está libre para pagarles a los tenedores tanto de deuda como de capital. El flujo libre de efectivo a capital, añade cambios en los niveles de deuda de la empresa al flujo libre de efectivo de la misma y, por consiguiente, produce flujos de efectivo que están disponibles para los tenedores de capital.
Cuando los economistas se refieren al flujo libre de efectivo, por lo común se refieren a una de estas definiciones de flujo libre de efectivo. Por tanto flujo de efectivo básico es el flujo neto de efectivo, el cambio en el saldo de la cuenta en efectivo.
Estrictamente definida, la contabilidad base acumulativa es la suma de los ajustes contables que hacen que el ingreso neto sea diferente del flujo neto de efectivo. Estos ajustes incluyen aquellos que afectan al ingreso cuando no hay efecto del flujo de efectivo (por ejemplo, ventas a crédito) y aquellos que aíslan a los efectos del flujo de efectivo del ingreso (por ejemplo, compras de activos).
Debido a la partida doble, la contabilidad base acumulativa afecta al balance o incrementando o disminuyendo las cuentas de activos o pasivos en una cantidad igual. Es decir, una acumulación que incremente (disminuya) el ingreso también incrementará (disminuirá) un activo o disminuirá (incrementará) un pasivo.
Lo que se incluye en la contabilidad base acumulativa depende de la definición de flujo de efectivo. El significado más común de la contabilidad base acumulativa es el de ajustes contables que convierten el flujo efectivo de la operación en utilidad neta. Esto produce la siguiente identidad:
Utilidad neta = Flujo de efectivo de la operación + Acumulaciones
Conforme a esta definición, la contabilidad base acumulativa es de dos tipos:
a) acumulaciones a corto plazo, que están relacionadas con partidas del capital de trabajo,
b) acumulaciones a largo plazo, como depreciación y amortización.
2) La contabilidad según el principio de acumulación reduce los problemas de oportunidad en tiempo y de correspondencia.
La diferencia entre la contabilidad según el principio de acumulación y la contabilidad de efectivo es referente a oportunidad en tiempo y de correspondencia. La contabilidad según el principio de acumulación libra los problemas tanto de oportunidad como de correspondencia que le son inherentes a la contabilidad basada en el efectivo. Los problemas de oportunidad en tiempo se refieren a los flujos de efectivo que no ocurren contemporáneamente con las actividades comerciales que producen los flujos de efectivo.
Por ejemplo, una venta se produce en el primer trimestre, pero el efectivo de la venta llega en el segundo trimestre. Los problemas de correspondencia se refieren a los flujos de entrada de efectivo y a los flujos de salida de efectivo que resultan de las actividades comerciales, pero que no coinciden en el tiempo, como los honorarios recibidos por servicios de consultoría que no están vinculados en el tiempo con los salarios pagados a los consultores que trabajan en el proyecto.
Los problemas de oportunidad y correspondencia relacionados con los flujos de efectivo surgen por dos razones por lo menos.
a) Una economía de crédito necesita que las operaciones, casi siempre, no impliquen una transferencia inmediata de efectivo. Las operaciones a crédito reducen la capacidad de los flujos de efectivo de seguir las actividades comerciales de forma oportuna. y
b) A menudo se incurre en costos antes de realizar sus beneficios, en particular cuando los costos implican inversiones en planta y equipo. Por consiguiente, la medición de los costos cuando ocurren flujos de salida de efectivo a menudo no refleja la condición y el desempeño financieros.
Observe que a lo largo de la vida de una compañía, los flujos de efectivo y el ingreso acumulado son iguales. Esto se debe a que una vez que han concluido todas las actividades comerciales, se resuelven los problemas de oportunidad y de correspondencia. Sin embargo, como observó en una ocasión el economista John Maynard Keynes, “A la larga, todos estamos muertos”.
Esto tiene la intención de subrayar la importancia de medir la condición y el desempeño financieros a corto plazo, por lo común en puntos periódicos a lo largo de la vida de una compañía. Cuanto más breves esos intervalos, tanto más evidentes las limitaciones de la contabilidad del flujo de efectivo.
3) Proceso de acumulación: reconocimiento de ingresos y correspondencia de gastos
La contabilidad según el principio de acumulación incluye dos principios fundamentales, reconocimiento de ingresos y correspondencia de gastos, que guían a las compañías acerca de cuándo se deben reconocer los ingresos y los gastos:
a) Reconocimiento de ingresos
Los ingresos se reconocen cuando se ganan y se realizan o son realizables. Los ingresos se ganan cuando la compañía entrega sus productos o servicios. Esto significa que la compañía ha cumplido con su parte del trato. Los ingresos se realizan cuando el efectivo se adquiere a cambio de los productos o servicios entregados. Los ingresos son realizables cuando la compañía recibe un activo a cambio de los productos o servicios entregados (a menudo cuentas por cobrar) que es convertible en efectivo.
En ocasiones resulta difícil decidir cuándo se reconocen los ingresos. Aunque los ingresos por lo común se reconocen en el punto de venta (cuando se entregan), también se pueden reconocer, dependiendo de las circunstancias, cuando se está preparando un producto, o un servicio; cuando éste está terminado; o cuando se recibe el efectivo.
b) Correspondencia de gastos
La contabilidad según el principio de acumulación dispone que los gastos se igualen con sus ingresos correspondientes. Este proceso de correspondencia es diferente para dos tipos principales de gastos.
• Los gastos que se originan en la producción de un producto, o servicio, llamados costos del producto, se reconocen cuando se entrega el producto o el servicio. Todos los costos del producto permanecen en el balance como inventario hasta que se venden los productos, en cuyo momento se transfieren al estado de resultados como costo de los bienes vendidos (COGS: Cost of goods sold).
• El otro tipo de costos se conoce como costos del periodo. Algunos costos del periodo se relacionan con la venta del producto, o servicio, y se hacen corresponder con los ingresos cuando se reconocen los ingresos con los cuales están relacionados. Otros costos del periodo, como gastos administrativos, no se relacionan directamente con la producción o la venta de productos o servicios. Se incurre en ellos en el periodo en que ocurren, que no es necesariamente cuando ocurren los flujos de salida de efectivo.
4) Contabilidad base acumulativa a corto y a largo plazo
La contabilidad base acumulativa a corto plazo se refiere a las diferencias en cuanto a oportunidad a corto plazo entre el ingreso y el flujo de efectivo. Estas acumulaciones generan partidas de capital de trabajo en el balance (activos circulantes y pasivos circulantes) y también se llaman contabilidad base acumulativa del capital de trabajo.
• Las acumulaciones a corto plazo: Se originan principalmente a partir de inventarios y operaciones a crédito que dan origen a todo tipo de cuentas por cobrar y cuentas por pagar, como deudores y acreedores comerciales, gastos prepagados y anticipos recibidos.
• Las acumulaciones a largo plazo: Se originan de la capitalización. La capitalización de activos es el proceso de diferir los costos en los que se incurre en el periodo actual, y cuyos beneficios se esperan en periodos futuros. Este proceso genera activos a largo plazo, como planta, maquinaria y crédito mercantil (goodwill). Los costos de estos activos se asignan a lo largo de los periodos de beneficios y constituyen una gran parte de las acumulaciones a largo plazo.
La contabilidad para acumulaciones a largo plazo es más compleja y subjetiva que la de la de corto plazo (con la posible excepción de los inventarios). Las implicaciones de las acumulaciones a corto plazo son más directas y se pueden determinar más fácilmente. Por consiguiente, la investigación del análisis encuentra que la contabilidad base acumulativa a corto plazo es más útil en la valuación de la compañía.