La administración de las utilidades se puede definir como la “intervención de la gerencia en el proceso de determinación de las utilidades con un propósito determinado, por lo general para satisfacer objetivos egoístas” (Schiper, 1989). A menudo implica maquillar (window-dressing) los estados financieros, en especial las utilidades básicas.

La administración de las utilidades puede ser maquillada, cuando los administradores manipulan la contabilidad base acumulativa sin ninguna consecuencia en el flujo de efectivo. También puede ser real, cuando los administradores emprenden acciones con consecuencias para el flujo de efectivo con el propósito de administrar las utilidades.

1) ¿Qué es la administración maquillada de las utilidades?

La administración maquillada de las utilidades es un resultado potencial de la libertad en la aplicación de la contabilidad según el principio de acumulación. Los estándares contables y los mecanismos de vigilancia reducen esta libertad. Sin embargo, es imposible eliminarla debido a la complejidad y la variación de las actividades de los negocios. Además, la contabilidad según el principio de acumulación requiere estimados y criterios. Esto produce cierta discrecionalidad administrativa para determinar las cifras contables. Aunque esta discrecionalidad les proporciona a los administradores la oportunidad de presentar una perspectiva más informativa de las actividades comerciales de una compañía, también les permite maquillar los estados financieros y administrar las utilidades.

Los administradores también emprenden acciones con consecuencias para el flujo de efectivo, a menudo adversas, con el propósito de administrar las utilidades. Por ejemplo, los administradores en ocasiones utilizan el método PEPS (FIFO) de valuación del inventario para manifestar un ingreso más elevado aun cuando la utilización del método UEPS (LIFO) podría producir ahorros de impuestos. Los incentivos de la administración de las utilidades también influyen en las decisiones sobre inversión y financiamiento de los administradores. Una administración de las utilidades reales de tal naturaleza es más inquietante que la administración maquillada de las utilidades, ya que refleja decisiones de los negocios que a menudo reducen la riqueza del accionista.

2) Estrategias de administración de las utilidades

Hay tres estrategias típicas para la administración de las utilidades:

1) los administradores incrementan el ingreso del periodo actual,
2) los administradores hacen una limpia de activos (big bath) al reducir marcadamente el ingreso del periodo actual,
3) los administradores reducen la volatilidad de las utilidades uniformando los ingresos.

Los administradores en ocasiones aplican estas estrategias en combinación, o en forma individual en diferentes puntos en el tiempo para lograr los objetivos a largo plazo de la administración de las utilidades.

a) Incremento del ingreso

Una estrategia de la administración de las utilidades es incrementar el ingreso declarado de un periodo para presentar a la compañía en una forma más favorable. De esta manera es posible incrementar el ingreso durante varios periodos. En un escenario de crecimiento, las inversiones de la contabilidad base acumulativa son menores que la contabilidad base acumulativa actuales que incrementan el ingreso. Esto resulta en un caso en el que una compañía da a conocer un ingreso más elevado debido a la administración agresiva de las utilidades durante periodos prolongados.

Asimismo, las compañías son capaces de administrar las utilidades hacia arriba durante varios años y después invertir la contabilidad base acumulativa al mismo tiempo con un cargo de una sola vez. Este cargo de una sola vez a menudo se asienta “abajo del renglón” (es decir, abajo del renglón del ingreso de las operaciones continuas en el estado de resultados), y por consiguiente, se podría percibir como menos relevante.

b) Limpia de activos (big bath)

Una estrategia de limpia de activos implica aceptar tantas rebajas del valor de los activos como sea posible en un periodo. El periodo elegido por lo común es uno con un desempeño marcadamente deficiente (a menudo durante una recesión, cuando la mayoría de las compañías también manifiestan pocas utilidades), o uno con acontecimientos inusuales, como un cambio en la administración, una fusión, o una reestructuración.

La estrategia de limpia de activos también se utiliza a menudo en combinación con una estrategia de incremento del ingreso durante otros años. Debido a la naturaleza inusual y no recurrente de una limpia de activos, los usuarios tienden a descartar su efecto financiero. Lo anterior proporciona la oportunidad de borrar todos los pecados pasados y también prepara el entorno para futuros incrementos en las utilidades.

c) Depuración de los ingresos

La depuración del ingreso es una forma común de la administración de las utilidades. En esta estrategia, los administradores disminuyen o incrementan el ingreso dado a conocer con el fin de reducir la volatilidad de éste.

La depuración del ingreso implica no declarar una porción de las utilidades en los años buenos mediante la creación de “bancos” de reservas o utilidades, y luego manifestar esas utilidades en los años malos. Muchas compañías utilizan esta forma de administración de las utilidades.

3) Motivos para la administración de las utilidades

Hay varias razones para la administración de las utilidades, entre otras, incrementar la compensación del administrador vinculada con las utilidades dadas a conocer, incrementar el precio de las acciones, y cabildear por subsidios del gobierno. A continuación se indican los principales incentivos para la administración de las utilidades.

a) Incentivos de contratos

En muchos contratos se utilizan cifras contables. Por ejemplo, los contratos de compensación administrativa a menudo incluyen bonificaciones basadas en las utilidades. Los contratos de bonificaciones típicos tienen un límite superior y uno inferior, lo que significa que los administradores no reciben una bonificación si las utilidades caen por abajo del límite inferior y no pueden obtener ninguna bonificación adicional cuando las utilidades exceden al límite superior.

Lo anterior significa que los administradores tienen incentivos para incrementar o disminuir las utilidades basándose en el nivel de utilidades no administradas en relación con los límites superior e inferior. Cuando las utilidades no administradas están dentro de los límites superior e inferior, los administradores tienen un incentivo para incrementar las utilidades. Cuando las utilidades están por arriba del límite máximo o por abajo del límite mínimo, los administradores tienen un incentivo para disminuir las utilidades y crear reservas para futuras bonificaciones. 

Otro ejemplo de un incentivo contractual es el de los convenios de deuda, que a menudo se basan en razones que utilizan cifras contables, como las utilidades. Debido a que las violaciones de los convenios de deuda son costosas para los administradores, éstos administrarán las utilidades (por lo común hacia arriba) a manera de evitarlas.

b) Efectos del precio de las acciones

Otro incentivo para la administración de las utilidades es el efecto potencial sobre el precio de las acciones. Por ejemplo, los administradores podrían incrementar las utilidades para impulsar momentáneamente el precio de las acciones en el caso de acontecimientos como una próxima fusión o una oferta de valores, o bien planes para vender acciones o ejercer opciones. Los administradores también uniforman el ingreso para reducir las percepciones del mercado acerca del riesgo y para disminuir el costo del capital.

Otro incentivo para la administración de las utilidades es sobrepasar las expectativas del mercado. Esta estrategia a menudo adopta la siguiente forma: los administradores bajan el nivel de expectativas del mercado mediante divulgaciones pesimistas voluntarias (anuncios previos) y después administran las utilidades hacia arriba para sobrepasar las expectativas del mercado. La creciente importancia de los inversionistas del momento, y la capacidad de éstos para castigar despiadadamente las acciones que no cumplen con sus expectativas, ha creado una creciente presión sobre los administradores para que utilicen todos los medios disponibles dirigidos a sobrepasar las expectativas del mercado.

c) Otros incentivos

Hay varias otras razones para administrar las utilidades. Las utilidades en ocasiones se administran hacia abajo para reducir los costos políticos y el escrutinio de las agencias del gobierno, como los reguladores antimonopolio y el IRS. Además, las compañías administran las utilidades hacia abajo para obtener favores del gobierno, entre otros, subsidios y protección ante la competencia extranjera. Las compañías también disminuyen las utilidades para combatir las demandas laborales. Otro incentivo común para la administración de las utilidades es un cambio en la administración. Esto por lo común resulta en una limpia de activos por varias razones.

* Primera, es posible culpar a los administradores titulares.
* Segunda, indica que los nuevos administradores tomarán decisiones difíciles para mejorar a la compañía.
* Tercera, y probablemente la más importante, despeja el escenario para futuros incrementos en las utilidades.

Una de las más grandes limpias de activos ocurrió cuando Louis Gerstner se convirtió en director ejecutivo de IBM. Gerstner canceló casi 4 000 millones de dólares en el año en que ocupó ese puesto. 

Aun cuando gran parte de este cargo incluía gastos relacionados con el cambio de posición, también incluía muchas partidas que eran futuros gastos de negocios. Los analistas estiman que los incrementos en las utilidades dados a conocer por IBM en los años subsiguientes eran en gran parte atribuibles a esta limpia de activos.

4) Metodos para la administración de las utilidades

Las áreas que ofrecen las máximas oportunidades para la administración de las utilidades incluyen el reconocimiento de ingresos; la valuación del inventario; los estimados de provisiones, como gasto de deudas incobrables e impuestos diferidos; y los cargos de una sola vez, como la reestructuración y las afectaciones de activos.

A continuación se describen dos métodos importantes de administración de las utilidades: cambio del ingreso y clasificatoria.

a) Cambio del ingreso

El cambio del ingreso es el proceso de administrar las utilidades cambiando el ingreso de un periodo a otro. El cambio del ingreso se logra acelerando o demorando el reconocimiento de los ingresos, o los gastos. Esta forma de administración de las utilidades por lo común resulta en una inversión del efecto en uno o más periodos futuros, a menudo en el siguiente periodo.

Por esta razón, el cambio del ingreso es muy útil para depurar el ingreso. Algunos ejemplos de cambio del ingreso incluyen los siguientes:

• Acelerar el reconocimiento del ingreso persuadiendo a los distribuidores o los mayoristas para que compren el exceso de productos casi a finales del ejercicio fiscal. Esta práctica, conocida como ventas de remate (channel loading), es común en las industrias como la de la fabricación de automóviles y la de cigarrillos.

• Demorar el reconocimiento de los gastos capitalizando los gastos y amortizándolos a lo largo de periodos futuros. Los ejemplos incluyen la capitalización del interés y la capitalización de los costos del desarrollo de software.

• Cambiar los gastos a periodos posteriores adoptando ciertos métodos contables. Por ejemplo, la adopción del método PEPS (FIFO) con respecto al método UEPS (LIFO) para la valuación del inventario y de la depreciación en línea recta (en comparación con la acelerada) demoran el reconocimiento del gasto.

• Aceptar los cargos grandes de una sola vez, como cargos de deterioros de activos y de reestructuración, sobre una base intermitente. Esto permite que las compañías aceleren el reconocimiento de los gastos y, de esta manera, logran que las utilidades subsiguientes se vean mejor.

b) Administración clasificatoria de las utilidades

Las utilidades también se pueden administrar clasificando en forma selectiva los gastos (y los ingresos) en ciertas partes del estado de resultados. La forma más común de esta administración clasificatoria de las utilidades es poner los gastos abajo del renglón, lo que significa darlos a conocer junto con partidas inusuales y no recurrentes a las que de ordinario los analistas les conceden poca importancia.

Los administradores tratan de clasificar los gastos en las partes no recurrentes del estado de resultados, como lo ilustran los siguientes ejemplos:

• Cuando una compañía descontinúa un segmento de negocios, el ingreso de ese segmento se debe manifestar por separado como ingreso (pérdida) de las operaciones discontinuadas. Esta partida se ignora en el análisis debido a que corresponde a una unidad de negocios que ya no afecta a la compañía. Pero algunas compañías cargan una porción más grande de los costos comunes (como gastos generales corporativos) al segmento discontinuado, con lo que incrementan el ingreso para el resto de la compañía.

El empleo de cargos especiales, como cargos de afectaciones y de reestructuración, ha aumentado súbitamente (casi 40% de las compañías manifiestan por lo menos uno de esos cargos). La causa de esta práctica es el hábito de muchos analistas de ignorar los cargos especiales debido a su naturaleza inusual y no recurrente. Al aceptar los cargos especiales periódicamente e incluir los gastos de operación en esos cargos, las compañías hacen que los analistas ignoren una porción de los gastos de operación.

5)Análisis de las distorsiones de la administración de utilidades

Debido a que la administración de las utilidades distorsiona los estados financieros, identificar las distorsiones y hacer los ajustes necesarios es una tarea importante en el análisis de estados financieros. Con todo, a pesar del alarmante incremento en la administración de las utilidades, la práctica está menos difundida de lo que se supone.

A la prensa financiera le agrada enfocarse en los casos de administración de las utilidades debido a que constituye una lectura interesante. Esto les da a muchos usuarios la impresión incorrecta de que las utilidades se administran todo el tiempo.

Antes de concluir que una compañía está administrando las utilidades, un analista necesita verificar lo siguiente:

• Incentivos para la administración de las utilidades. Las utilidades no se administran a menos que haya ciertos incentivos para administrarlas. Ya se han explicado algunos de esos incentivos, y un análisis los debe considerar.

• Reputación e historia de la administración. Es importante evaluar la reputación y la integridad de la administración. Una lectura cuidadosa de los estados financieros pasados, las imposiciones legales de la SEC, los informes del auditor, la historia de los cambios de auditor, y de la prensa financiera proporciona una información útil para esta tarea.

• Un patrón congruente. La meta de la administración de las utilidades es influir en una cifra del renglón básico, como las utilidades, o en razones clave, como la de deuda a capital o la cobertura del interés. Es importante verificar si diferentes componentes del ingreso (o del balance) se administran en forma consistente en cierta dirección. Por ejemplo, si una compañía se halla inflando las utilidades mediante, por decir algo, políticas de reconocimiento del ingreso, mientras que al mismo tiempo disminuye las utilidades mediante un cambio en el método de inventario, es menos probable que la compañía esté administrando las utilidades.

• Oportunidades de administración de las utilidades. La naturaleza de las actividades de los negocios determina el grado al cual se pueden administrar las utilidades. Cuando la naturaleza de las actividades comerciales requiere un criterio considerable para determinar las cifras de los estados financieros, existen mayores oportunidades para administrar las utilidades.