Hay muchos aspectos que deben considerarse y planearse entre el surgimiento de una idea y la creación de un negocio. En ciertos casos, el emprendedor cree más en la idea que en la necesidad de hacer cualquier evaluación y tiene los recursos para correr todos los riesgos.

Sin embargo, en términos generales es recomendable evaluar la viabilidad y los riesgos del emprendimiento. A continuación se analizan algunos aspectos que deben incluirse en la evaluación.

VIABILIDAD DE MERCADO

El principal factor que el emprendedor tiene que tomar en cuenta es el mercado. Por lo tanto, la primera pregunta que debe hacerse es: ¿existe un mercado real o potencial para la idea? o, ¿quién compraría el producto o servicio? Otras preguntas importantes son:

• ¿Cómo se compraría el producto o servicio? ¿Todos los días? ¿Una vez al año? ¿En ocasiones especiales?
• ¿Se compraría para uso propio o lo comprarían las familias para sus hijos?
• ¿Cuál es el tamaño del mercado? ¿Cuántas personas, organizaciones u otros tipos de clientes hay en el mercado?
• ¿Cómo se distribuyen geográficamente los clientes? ¿Cuántos hay en cada territorio del mercado?
• ¿Cuál es el precio que aceptarían los clientes?
• ¿Qué políticas son necesarias para ajustar el negocio al riesgo de la estacionalidad presente en muchos ramos de actividades como la moda, los alimentos o los juguetes?

La viabilidad de una idea está determinada, en primer lugar, por la existencia de un mercado: personas con poder adquisitivo y voluntad de comprar. Sin embargo, entre el mercado y el emprendedor se encuentra el equipo adversario: la competencia.

COMPETENCIA

Al evaluar la competencia, el emprendedor debe informarse sobre el número de competidores, alcance de sus canales de distribución, sus políticas de precios y sus ventajas competitivas. También es útil conocer a los proveedores de los competidores, lo que puede ayudar al emprendedor a identificar nuevas oportunidades y mantenerse informado sobre las tendencias.

El emprendedor también debe saber si el ramo de actividades que eligió está controlado por organizaciones dominantes que pueden definir las reglas. No obstante, la existencia de monopolios o carteles no elimina la posibilidad de que entren nuevos competidores, así que el emprendedor debe estar preparado para la intensa competencia que va a enfrentar.

VIABILIDAD DE PRODUCCIÓN

La viabilidad de producción se refiere a la capacidad efectiva de proveer el producto o servicio en el presente o en lo futuro. La pregunta que debe hacerse es: ¿puedo fabricar el producto o prestar el servicio?, o: ¿qué necesito para ofrecer el producto o servicio?

Esa pregunta principal se divide en otras:
• ¿Existen los componentes y las materias primas necesarias para el producto o servicio?
• ¿Existe la maquinaria, las instalaciones y el equipo capaces de ofrecer el producto o servicio?
• ¿Existe la mano de obra para eso? ¿Cuál es la necesidad de capacitación?
• ¿Cuál es la necesidad de desarrollo o experimentación?
• ¿Cuál es el costo de montar la infraestructura para ofrecer el producto o servicio?

CONTROL GUBERNAMENTAL

En la evaluación de una oportunidad, el emprendedor debe considerar el tipo y la intensidad del control gubernamental al que estará sujeto. Los ramos de actividades en esa situación padecen la falta de constancia, ya que las reglas cambian con frecuencia. Por ejemplo, las empresas que revenden artículos importados muchas veces quedan a merced de los cambios de precio de un día para otro que resultan de las acciones del gobierno.

INVERSIÓN INICIAL Y RENDIMIENTO

El punto crucial de cualquier emprendimiento es el dinero. El emprendedor debe calcular el monto necesario para empezar un negocio: la inversión inicial. El valor puede determinar si se encuentra o no en condiciones de comenzar. Otro cálculo importante es el del rendimiento de la inversión. El análisis de mercado debe revelar cuál es el potencial de ingresos y el tiempo necesario para recuperar la inversión. Invertir, en especial cuando se trata de mucho dinero, en actividades que generen poco rendimiento y demoren años antes de permitir que se recupere el capital inicial, puede ser una decisión errónea.