Los informes financieros estatutarios son la parte más importante del proceso de preparación de los informes financieros. Aun cuando uno esté familiarizado con los estados financieros, en particular con el informe anual, hay otros informes financieros estatutarios importantes que un analista necesita examinar.

En esta sección se estudian tres categorías de esos informes: estados financieros, anuncios de utilidades y otros informes estatutarios.

Estados financieros

Estrictamente hablando, el informe anual no es un documento estatutario. A menudo sirve para hacerles publicidad a los productos, servicios y logros de una compañía entre los accionistas y otras personas. El equivalente estatutario del informe anual es la Forma 10-K, que las compañías públicas deben presentar ante la SEC. El informe anual incluye la mayor parte de la información contenida en la Forma 10-K.

Aun así, debido a que la Forma 10-K por lo común contiene información incluso más importante que la que aparece en el informe anual, es una buena práctica obtener con regularidad una copia de ella. La Forma 10-K, tanto la actual como la anterior, así como otros registros reglamentarios, se pueden descargar desde EDGAR en el sitio de la SEC en Internet [www.sec.gov].

Las compañías también están obligadas a presentar trimestralmente la Forma 10-Q ante la
SEC con el propósito de proporcionar información financiera seleccionada. Es importante referirse a la Forma 10-Q para una información oportuna. Por desgracia, la mayoría de las compañías publican trimestralmente una información muy condensada, lo que limita el valor de ésta.
Cuando se analiza la información trimestral, es necesario reconocer dos factores cruciales:

1. Estacionalidad

Al examinar las tendencias, es menester considerar los efectos de la estacionalidad. Por ejemplo, las compañías de menudeo obtienen gran parte de sus ingresos y utilidades en el cuarto trimestre del año calendario. Esto significa que los analistas a menudo hacen comparaciones con el mismo trimestre del año anterior.

2. Ajustes a finales del año

Las compañías a menudo hacen ajustes (por ejemplo, eliminaciones contables del inventario) en el último trimestre, y muchos de estos ajustes están relacionados con el año entero. Esto hace que la información trimestral sea menos confiable para propósitos de análisis.

Anuncios de utilidades

Los estados financieros anuales y trimestrales se ponen a la disposición del público sólo después de que dichos estados financieros se preparan y se auditan. Este desfasamiento de tiempo por lo común se extiende de una a seis semanas.

Sin embargo, las compañías casi siempre hacen pública de manera temprana información clave resumida por medio de un anuncio de utilidades. El anuncio de utilidades se pone a disposición de los intermediarios en la bolsa de valores a través de la cinta y a menudo se publica en la prensa financiera, como The Wall Street Journal.

Los anuncios de utilidades proporcionan información esencial resumida acerca de la posición y el desempeño de una compañía para periodos tanto trimestrales como anuales. Aun cuando los estados financieros proporcionan una información detallada que es útil en el análisis, la investigación señala que gran parte de la reacción inmediata del precio de las acciones a la información financiera trimestral (por lo menos las utilidades) ocurre el día del anuncio de utilidades, y no cuando se dan a conocer los estados financieros completos. Esto significa que es improbable que un inversionista obtenga algún provecho utilizando la información resumida que se divulgó previamente.

La información detallada de los estados financieros se puede analizar para distinguir el desempeño y las futuras perspectivas de una compañía, que no es posible extraer de la información resumida de los anuncios de utilidades.

Recientemente, las compañías han dirigido la atención de los inversionistas hacia las utilidades pro forma que aparecen en los anuncios de utilidades. Empezando con el ingreso GAAP resultante de las operaciones continuas (con la omisión de las operaciones discontinuadas, las partidas extraordinarias y los cambios en principio contable), las partidas transitorias adicionales (de manera notable, cargos de reestructuración) que permanecen en ingresos procedentes de las operaciones continuas, en la actualidad se dejan fuera en forma rutinaria al calcular el ingreso pro forma.

Además, las compañías también están excluyendo los gastos provenientes de adquisiciones, gasto de compensación en forma de opciones sobre acciones, ingresos (pérdidas) resultantes de método de inversión en participación, gastos de investigación y desarrollo, y otros. Las compañías consideran que el objetivo de esta reformulación es proporcionarle a la comunidad de analistas una cifra de las utilidades más aproximada a las utilidades “principales”, libre de cargos transitorios y no de la operación, lo que debe tener una mayor trascendencia para la determinación del precio de las acciones.

Entre las utilidades GAAP y las utilidades pro forma no es raro que haya diferencias considerables. Por ejemplo, para los tres primeros trimestres de 2001, las 100 compañías que constituyen NASDAQ 100 manifestaron 82 300 millones de dólares en pérdidas combinadas ante la Comisión de Valores y Bolsa (SEC: Securities and Exchange Commission). Durante el mismo periodo, estas compañías dieron a conocer a los accionistas mediante informes de utilidades “pro forma” una cifra de 19 100 millones de dólares de utilidades combinadas, una diferencia de 101 400 millones de dólares, o sea más de 1 000 millones de dólares por compañía. (Fuente: John J. May, Smart StockInvestor.com, 21 de enero de 2002).

Por lo general se admite que las declaraciones adicionales de la administración ayudan a los inversionistas a comprender los principales impulsores del valor del accionista. Permiten entender la forma en que las compañías se autoanalizan, y son útiles para identificar las tendencias y predecir los resultados futuros de las operaciones. El efecto general de las utilidades pro forma evidentemente es eliminar las partidas transitorias para mejorar la comparabilidad año con año.

Aun cuando esto se podría justificar basándose en que las utilidades resultantes tienen una mayor capacidad de predicción, en el proceso se pierde información importante. La contabilidad es benéfica para conocer cuán efectiva ha sido la administración en lo concerniente al manejo del capital invertido. Las cancelaciones de activos, la contabilidad base acumulativa de pasivos y otros cargos que se eliminan en este proceso podrían reflejar los resultados de malas decisiones de inversión, o una administración deficiente del capital corporativo invertido.

Los inversionistas no deben eliminar a ciegas la información contenida en partidas no recurrentes o “no principales”, al enfocarse únicamente en las utilidades pro forma. Una definición sistemática de las utilidades de la operación y un arreglo estándar del estado de resultados podrían ofrecer una aclaración útil, pero no debe ser un substituto de la diligencia debida (due diligence), ni del examen a fondo de las notas al pie de página que constituyen el análisis completo de los estados financieros.

Otros informes estatutarios

Además de los estados financieros, las compañías deben presentar otros informes ante la SEC. Algunos de los informes más importantes son la exposición que acompaña a una solicitud de poder, que se debe enviar junto con la notificación de la asamblea anual de accionistas; la Forma 8-K, que se debe presentar para informar acerca de circunstancias insólitas como un cambio de auditor; y el prospecto, que debe acompañar a una solicitud para una oferta de capital.