Esta sección se explicará la teoría del mercado eficiente, eficiencia de los mercados y las implicaciones para el análisis de los estados financieros.

En finanzas la hipótesis del mercado eficiente afirma que un mercado de valores es "informacionalmente eficiente" cuando la competencia entre los distintos participantes que intervienen en el mismo, conduce a una situación de equilibrio en la que el precio de mercado de un título constituye una buena estimación de su precio teórico o intrínseco.

Expresado de otra forma, los precios de los títulos de crédito (como las acciones) que se negocian en un mercado financiero eficiente reflejan toda la información existente y se ajustan total y rápidamente a los nuevos datos que puedan surgir.

Eficiencia del mercado

La hipótesis del mercado eficiente, o EMH (Efficient Market Hypothesis) para abreviar, se refiere a la reacción de los precios del mercado a la información financiera y de otro tipo.

Hay tres formas comunes de EMH:

a) La forma débil de la EMH asevera que los precios reflejan totalmente la información contenida en los movimientos históricos del precio. 

b) La forma semifuerte de la EMH asevera que los precios reflejan totalmente toda la información disponible para el público.

c) La forma fuerte de la EMH asevera que los precios reflejan toda la información, incluida la información interna.

Hay una considerable investigación sobre la EMH. Las primeras pruebas respaldaban sólidamente tanto a la forma débil como a la fuerte de la EMH, que la eficiencia de los mercados de capital se convirtió en una hipótesis generalmente aceptada.

Sin embargo, la investigación más reciente pone en duda el carácter general de la EMH. Se han descubierto varias anomalías en el precio de las acciones que sugieren que los inversionistas pueden ganar rendimientos excesivos utilizando simples estrategias de intermediación. No obstante, como una primera aproximación, el precio actual de las acciones es un estimado razonable del valor de la compañía.

Implicaciones de la eficiencia del mercado para el análisis

La EMH supone la existencia de analistas competentes y bien informados que utilizan herramientas de análisis. También asume que los analistas evalúan continuamente el flujo de información que llega al mercado y que actúan conforme a ella.

Los defensores asiduos de la EMH afirman que si toda la información se refleja al instante en los precios, los intentos de cosechar recompensas consistentes por medio del análisis de los estados financieros son en vano. Esta posición extrema presenta una paradoja. Por un lado, se supone que los analistas de estados financieros son capaces de mantener eficientes a los mercados, y sin embargo, se supone que esos mismos analistas son incapaces de ganar un exceso de rendimientos mediante sus esfuerzos. Además, si los analistas suponen que sus esfuerzos a este respecto son inútiles, entonces cesa la eficiencia del mercado.

Hay varios factores que podrían explicar esta evidente paradoja. El principal de ellos es que la EMH se basa en una conducta colectiva, más que individual, del inversionista. El centrarse en la conducta colectiva subraya el desempeño promedio e ignora u oculta el desempeño individual basado en la capacidad, la determinación y el ingenio, así como una capacidad individual superior de elegir el momento oportuno para actuar conforme a la información.

La mayoría cree que la información pertinente viaja con rapidez, alentada por la magnitud de lo que está en juego en el aspecto financiero. La mayoría también cree que los mercados son procesadores rápidos de la información. De hecho, se argumenta que la rapidez y la eficiencia del mercado son evidencia del trabajo de los analistas, motivados por las recompensas personales.

La supuesta implicación de la EMH concerniente a la inutilidad del análisis de estados financieros no reconoce una diferencia esencial entre la información y la interpretación apropiada de ésta. Es decir, incluso si toda la información disponible en un punto determinado en el tiempo se incorpora en el precio, ese precio no necesariamente refleja valor. Un valor puede estar sobrevaluado o subvaluado, dependiendo del grado de la interpretación incorrecta, o de la evaluación errónea de la información disponible por parte del mercado total. La eficiencia del mercado depende no sólo de la disponibilidad de la información, sino también de la interpretación correcta.

El análisis de estados financieros es complejo y exigente. La variedad de usuarios de estados financieros varía desde un analista institucional que sólo se concentra en unas cuantas compañías de una industria, hasta un simple seguidor de rumores. Todos actúan conforme a la información, pero no con la misma profundidad y competencia. Un análisis competente de la información que llega al mercado requiere un conocimiento analítico sólido y un mosaico de información. No todos los individuos poseen la capacidad y la determinación para dedicar sus esfuerzos y recursos a la creación de un mosaico de información. Asimismo, el momento oportuno es decisivo en el mercado.

El movimiento de la nueva información, así como su interpretación apropiada, fluye del segmento de usuarios bien informado y capacitado hacia los usuarios ineficientes y menos informados. Esto es congruente con un patrón gradual de procesamiento de la nueva información. Los recursos necesarios para el análisis competente de una compañía son considerables e implican que ciertos segmentos del mercado son más eficientes que otros. Los mercados de valores para las grandes compañías son más eficientes (informados) a causa de un mayor seguimiento por parte de los analistas debido a las recompensas potenciales derivadas de la investigación y el análisis de la información, en comparación con el seguimiento de compañías más pequeñas y ordinarias.

Los defensores extremos de la EMH deben tener cuidado en hacer generalizaciones amplias. En el informe anual de Berkshire Hathaway, el presidente del consejo y famoso inversionista Warren Buffett expresa su asombro ante el hecho de que algunos eruditos y analistas sigan adoptando la EMH. Buffett afirma que esto se debe a que al observar correctamente que el mercado es eficiente con frecuencia, concluyen incorrectamente que siempre es eficiente. Buffet declara, “la diferencia entre estas proposiciones es tanta como entre el día y la noche”.