Aunque para un estudiante de administración sea fundamental entender el papel de los ejecutivos del más alto nivel, las organizaciones tienen otros dos tipos de gerentes cuyo papel es importante estudiar: los gerentes intermedios y los supervisores de primera línea.
Desde que los primeros autores escribieron sobre la administración hasta nuestros días, la división de responsabilidades entre los tres niveles principales ha sufrido transformaciones radicales. Hasta la década de 1970, esos tres niveles se habían subdividido en innumerables estructuras intermedias. Eran comunes las empresas con más de 10 escalones gerenciales.
El proceso administrativo y la comunicación se encontraban extremadamente fragmentados. A partir de esa década, y con mayor velocidad en el decenio siguiente, cobraron fuerza los procesos de reducción de la plantilla (downsizing) que provocaron la disminución de esa jerarquía, reduciéndola a tres o cuatro niveles efectivos.
En la década de 1990 se hicieron comunes las pirámides achatadas. A continuación se consideran los tres niveles de administración: Alta gerencia, Supervisores de Primera Linea:
[post_ad]
ALTA GERENCIA
La composición de la alta gerencia depende del tamaño, la complejidad y el grado de profesionalización de la compañía. En una empresa grande, la alta gerencia comprende al ejecutivo principal (presidente o director general) y en forma descendente a los directores. Arriba del ejecutivo principal no hay otros cargos con poder ejecutivo.
SUPERVISORES DE PRIMERA LÍNEA
Los supervisores de primera línea, como el propio nombre lo indica, ocupan el primer escalafón de la gerencia en la jerarquía de abajo arriba. Están en una posición opuesta a los ejecutivos principales. Se encuentran en la base de la pirámide y supervisan a los especialistas, técnicos u operadores, quienes desempeñan el trabajo operativo al fabricar piezas, prestar servicios, atender a los clientes, enseñar a los alumnos o estar a cargo del mantenimiento de los equipos.
[post_ad2]
En el pasado, a los supervisores de primera línea se les llamaba capataces o líderes de grupo y se “encargaban” de las personas, al decirles qué hacer, controlar su desempeño y disciplinarlas cuando cometían alguna falta. Ese papel ha sufrido cambios drásticos en la actualidad, pues los trabajadores asumieron funciones más complejas que la simple operación de máquinas: administración de la calidad, operación de computadoras, conocimiento de las cadenas de clientes-proveedores y de métodos para mejorar los procesos de trabajo.
Muchas empresas implantaron modelos de autogestión y autocontrol, transfiriendo a los grupos de trabajo algunas atribuciones que antes pertenecían a los supervisores y otros gerentes. El papel de supervisor con frecuencia lo desempeñan todos los miembros del grupo de trabajo en forma rotatoria.
GERENCIA INTERMEDIA
Entre los ejecutivos y los supervisores de primera línea se encuentran los gerentes intermedios, cuya responsabilidad es traducir las directrices estratégicas de la alta gerencia a los grupos de trabajo operativo. Hasta la década de 1980, las grandes organizaciones acostumbraban tener muchos escalones jerárquicos llenos de gerentes intermedios: gerentes de departamentos, gerentes de división, jefes de sección, etc. Con el cambio de conceptos respecto de los trabajadores y supervisores de primera línea, el papel de los gerentes cambió también.
[post_ad3]
Uno de los cambios más importantes consistió en la disminución de las jerarquías. Las estructuras organizacionales “esbeltas” redujeron la gerencia intermedia a pocos niveles, al igual que en las empresas grandes. Los gerentes intermedios, en menor cantidad, siguieron siendo los vínculos entre el grupo de trabajo operativo y la administración superior.